jueves, 10 de octubre de 2019

DEL ACTIVISMO AL PAPEL: LA GESTIÓN CULTURAL


La gestión cultural es aquella labor que pone en contacto a la cultura con la sociedad, no de manera crítica o educadora, sino a través de una programación cultural y unos proyectos culturales. Esto puede suceder de muchas maneras: fomentando la participación en actividades culturales, gestionando proyectos que nacen desde la iniciativa ciudadana, ayudando a desarrollar las posibilidades culturales de un grupo determinado, etc.

La gestión cultural implica la utilización de todos los elementos habituales de gestión, pero comprendiendo la especificidad del mundo cultural y las implicaciones que tiene la cultura para la sociedad. 

Sería imposible definir la cultura, pues está en constante cambio, y es de acuerdo a cada contexto que la cultura va tomando relevancia para un grupo determinado de personas en un espacio de tiempo. Sin embargo ahí radica la función del Gestor cultural; cultura, en el inconsciente colectivo, siempre significará “valores”, “actitudes”, “visión del mundo”; por lo tanto, contribuye a hacer presente esos valores, esa visión del mundo, que van marcando la mentalidad en ese lugar en ese momento histórico.

Del activismo, en cualquiera de sus manifestaciones (político, social, ambiental, etc.), nacen los primeros pasos hacia la gestión, pues a mayor sea el compromiso con la gente (comunidad, ciudad, país...) se requerirá de un adecuada administración, ya que no podemos tener el control de todo lo planeado a gran escala; de la misma manera el Estado debería propiciar ambientes que favorezcan el desarrollo de una cultura,  de la cual cualquier peruano (o ciudadano) pueda sentirse orgulloso y participe de su evolución.

Velar por la cultura no sólo implica rescatar la cultura propia, sino resaltar y llegar a complementar las distintas culturas que existen en el mundo que gracias a la globalización cada vez son más nuestras.

El presidio hace al presidiario

Antes de su nacimiento el mundo aún luchaba por sobresalir de la primera guerra mundial, en Estados Unidos la vida proliferaba favorablemente y el crimen organizado daba sus primeros pasos en la sociedad.

Era la tarde del 12 de noviembre de 1934, una joven de 16 años ingresaba al hospital general de Cincinnati, con una mirada natural y una serenidad de una madre amorosa. Kathleen Maddox, alcohólica y prostituta que 9 meses antes se había enamorado de un militar; daría a luz a Charles Milles Maddox.

El mundo de la postguerra definió su entorno caótico; su madre volvió a casarse, un obrero llamado William Manson le daría su apellido. Aquel niño no tuvo una infancia fácil, a los 5 años su madre fue condenada a 5 años de prisión por robar, junto a su hermano, una estación de gasolina.

Sus primeros años lejos de su madre los pasó con sus tíos McMechen, en Virginia Occidental, una familia religiosa que con sus maltratos poco podía calar en el niño que rechaza la iglesia y siempre prefería cantar. Sin embargo otro de sus tíos, que vivía alejado en las montañas marco su vida permanentemente “Nosotros no nos rendimos, aun somos rebeldes y seremos rebeldes hasta el fin de los tiempos, porque nosotros no aceptamos la escuela yanqui” le decía el montañés a ese inquieto niño. A los 9 años de edad, Charles Manson, fue encerrado en un reformatorio por incendiar su escuela.

Entre los años 1942 y 1947 Manson vivía periódicamente con su madre y sus amantes, pero al no poder darle un hogar dejó que el Estado lo internara en una escuela para niños de donde 10 meses después se escapó para poder volver a su lado, pero el rechazo de su madre marcaría un nuevo hito en su ya enmarañada vida, “lo único que me enseño mi madre es que todo lo que decía era mentira…aprendí a no creer en nada ni nadie nunca más”.

Tenía tan solo 13 años cuando empezó su vida delictiva, robando tiendas y bicicletas; fue encerrado por robar a mano armada, pero 4 días después pudo escaparse. En 1949, es enviado a La ciudad de los muchachos, una escuela reformatoria,  de la cual también se escapo.

A sus 19 años de edad su hoja delictiva ya contaba con disturbios a la paz, robos a mano armada, robos de autos, falsificación y proxenetismo, y había estado encerrado más de 10 veces.
En 1954 al salir de prisión se casa con Rosalie Jean Willis, dos años menor que él, y aunque tienes trabajos esporádicos, a los 21 años fue condenado a 5 años por robo y tráfico de autos pero obtuvo libertad condicional, libertad que violaría después al falsificar un cheque por 43 dólares condenándolo así a 10 años de prisión efectiva.

Su vida en prisión la pasó encerrado en su celda, aprendiendo a tocar guitarra gracias a su  compañero Alvin “El Espantoso” Karpis. En 1960 descubre la cientologia, y aunque no se adscribe al culto si aprende mucho de él, practica su retórica, asistía a todas las clases, y aunque parecía un reo modelo, no se dejaba programar, hacia todo a su ritmo convirtiendo así la prisión en su hogar.

7 años y medio después su petición a no ser liberado fue rechazada; el nuevo mundo que le acogió, era un mundo de ideales y paz, de despertares así como excesos, eran mediados de los 60 y el movimiento hippie estaba en asenso… 

Había pasado casi la mitad su vida en su cárcel, y la ausencia de una familia real haría que buscar una propia fuese una obsesión para él.

Sus habilidades aprendidas en la cárcel le sirvieron para adaptarse a este nuevo mundo. Con guitarra al hombro buscaba hacerse  camino en el mundo de la música y así, como un “espíritu libre” más, pasaba desapercibido entre los  distintos círculos sociales, donde empezó a rodearse de artistas famosos de aquel tiempo como lo fueron The Beach Boys, Jack Nicholson, Steve McQueen, The mamas and the papas entre otros… como también de jóvenes perturbados, inadaptados y débiles mentales; un panorama acorde a sus intereses personales.

En 1966 junto a su ya establecido grupo de seguidores funda “la familia” conformado en su mayoría por mujeres y liderado por él. El verano de 1967 abandona San Francisco para vivir en un rancho de cine abandonado. En ese entorno de desenfreno hippie, drogas y amor libre él tomó el control mediante la manipulación del sueño, impregnando a sus seguidores de sus ideales y su particular visión del mundo.

Gracias a que The Beach Boys grabaron una canción compuesta por él, su sueño de ser cantante de rock estaba cada vez más cerca pero sería su propia “familia” quien truncaría su sueño. La familia invadió la casa del productor Terry Melcher y todo salió de control acabando así con su frustrada carrera musical.

Esto hizo que Manson se forjara un rencor a la fama que llevaría a los crímenes que harían famosa a su familia.

Tras la frustración comenzó la paranoia y cada vez la vida en el rancho se volvía cultista, Manson se presentaba como un mesías, imagen que cobraba fuerza gracias los efectos alucinógenos del LSD y la música de The Beatles. Un problema con un traficante negro, el ser quitado de los créditos de su canción con los Beach Boys, el rechazo de Terry Melcher para producirlo hizo que los acontecimientos planeados se precipitaran.

Tras las amenzas de Manson, Terry decide mudarse para perder así contacto con él. En aquella casa se mudarían después Roman Polanski y su mujer, con 8 meses de embarazo, Sharon tale.
Bajo los efectos del LSD y el misticismo que Charles se había forjado, manda a sus discípulos irrumpir en aquella casa de Beverly Hills en Los Ángeles, símbolo de traición y mentiras. Aquello llevo al cruel asesinato,  4 disparos y 102 puñaladas acabaron esa noche con la vida de 6 inocentes, la noche siguiente se darían 67 puñaladas más, una pareja de apellido LaBianca formaría parte de la revancha de Manson.

En medio del pánico La familia, fue detenida un par de veces por fraude y robo de autos, sin embargo en su encierro corrió el rumor de los asesinatos entre las celdas, lo que llevo 4 meses más tarde Chales Manson junto a 5 de sus seguidores fueron acusados y detenidos por los asesinatos Tale  y LaBianca.  

El 15 de julio de 1970 inician los juicios contra la familia. Con un casi control de la situación Manson dirigía esa extraña atmosfera  en los tribunales. El 25 de enero de 1971 tras meses de investigación y la desafortunada intervención del presidente Nixon juzgándolo de culpable de los asesinatos es acusado de ser el autor intelectual y condenado a muerte, pero un año después la Corte suprema derogo la pena capital, cambiando la sentencia a cadena perpetua. Manson había quedado impune y vuelto a su antiguo hogar, la presión.

En su estancia en la cárcel se marcó el rostro con una cruz como una señal de rechazo a sociedad y tras acosar a un productor logra grabar su primer álbum “LIE” poniendo a la luz su visión de músico antisistema maltratado por la sociedad.

En 1983 publica su segundo álbum, está en vivo desde San Quentin, bajo la imagen de un cansado cantante folk.

Es una de los reos que más cartas recibió, casi el 95% de ellas de mujeres. Ha influenciado en la cultura pop, fundó mediante internet A.T.W.A, organización que busca luchar contra la contaminación del planeta y es referente de varios artistas como Marilyn Manson, Axl Rose, SOAD, Kasabian, entre otros y su cruz había cambiado por una esvástica;  dejando en segundo plano sus crímenes por ensalzar su imagen Contracultural.

Durante su estadía en prisión fue entrevistado cientos de veces, cada uno de sus juicios apelatorios, eran un suceso mediático; se han escrito más de 200 libros sobre su historia, ha compuesto varios álbumes de música y su pensamiento ATWA sigue esparciéndose por el mundo como una filosofía de vida.

Eran las 8 de la noche del 19 de noviembre de 2017, casi medio siglo despues; en el hospital Mercy de Bakersfield de California, un hombre octogenario va cerrando lentamente los ojos sin un ápice de arrepentimiento por seguir su perturbadora ideología de vida. Mientras tanto el rumor de su muerte empezaba a parar las rotativas, para darle el lugar que se merece.

JDFR

 


LAS HORAS HAN PERDIDO SU RELOJ


Análisis de “La Civilización del Espectáculo”

Mario Vargas Llosa  en su ensayo denuncia, en cierto modo, la degradación de la palabra CULTURA. Analiza algunos de los ensayos contemporáneos más resaltantes donde se debate precisamente sobre la crisis que atraviesa la cultura de nuestra época.

Se basa en el modelo de T. S. Eliot de una cultura estructurada en tres instancias (individuo, grupo élite y la sociedad en su conjunto), para argumentar como la búsqueda de  democratizar la cultura sólo puede empobrecerla y hacerla cada vez más superficial. 

También analiza la contraparte de la evolución cultural mediante el ensayo contestatario de G. Steiner que responde a Eliot, escandalizado porque éste omitiera en su trabajo las causas y efectos de la Segunda Guerra Mundial. A través de sus reflexiones Steiner pretende colmar el vacío del estudio de Eliot; así, Vargas Llosa añade a su análisis  lo que Steiner afirma «Me parece irresponsable toda teoría de la cultura […] que no tenga como eje la consideración de los modos de terror que acarrearon la muerte por obra de la guerra, del hambre y de las matanzas deliberadas de unos setenta millones de seres humanos muertos en Europa y Rusia entre el comienzo de la Primera Guerra Mundial y el fin de la Segunda».

Y refiriéndose a la religión, considera que todo gran arte nace de una aspiración a la trascendencia, a la búsqueda de ese ideal de deidad que todo ser liga a su vida. Aquí explica como la creación de un solo dios a empezado a limitar esa búsqueda encuentro con la idea individual de la divinidad,  lo cual con el tiempo ha llevado a grandes disputas y guerras por el domino de su dios en la tierra... «La posmodernidad ha destruido el mito de que las humanidades humanizan», y la educación liberal no ha garantizado el progreso, la paz, la libertad ni la igualdad en las democracias modernas. Steiner se había referido al discurso hablado y escrito como columna vertebral de la conciencia cultural, la cual ha pasado a subordinarse ante la imagen. 

El tercer ensayo del que viene a ocuparse el escritor peruano es poco anterior al ensayo de Steiner (1967), y se trata de La Société du Spectacle, de Guy Debord, para quien el espectáculo es lo que Marx llama «alienación». Para Debord, la alienación ha copado la vida social en la sociedad industrial moderna en la que ha triunfado el capitalismo. La vida ya no se vive, más bien se representa y el consumidor real se convierte en consumidor de ilusiones.

Otros ensayos  de la cultura actual que Vargas Llosa escoge para su libro son el de G. Lipovetsky y J. Serroy, La cultura-mundo. Respuesta a una sociedad desorientada sensible a una cultura global, que gracias al consumismo, la científica y tecnológica han derrumbado fronteras. La cultura ha dejado de ser «elitista, erudita y excluyente y se ha convertido en una genuina “cultura de masas”». Lo que busca esta cultura es divertir, y atontar con el predominio de la imagen y el sonido sobre la palabra, y ese proceso se ha acelerado con la universalización de Internet. Vargas Llosa expresa su desacuerdo con algunos de los puntos expuestos por Lipovetsky y Serroy que le parecen discutibles, como que esta cultura-mundo ha desarrollado un individualismo a nivel planetario; para Vargas Llosa, lo que hace esta cultura es más bien aborregar al individuo y hacerlo reaccionar de manera gregaria. Ya ir a museos o exposiciones artísticas no es ya una señal de alta cultura.

Vargas Llosa cierra el prólogo analizando el libro del sociólogo F. Martel, Cultura Mainstream (2011), en el cual la «cultura de entretenimiento», no se encuentras en las humanidades en general, sino de películas, programas de televisión, videojuegos, mangas, música rock, pop, rap. Vargas Llosa contrapone la cultura del pasado con el entretenimiento de hoy. La «cultura» es hoy diversión, y lo que no es divertido resulta no ser cultura; lo que vende es bueno, y lo que no conquista al público es malo; el mercado fija hoy el único valor.

Después de tan despertadora introduccion Vargas Llosa se concentra en la civilización del espectáculo de la que hoy formamos parte: un mundo de entretenimiento en el que la diversión tiene la primacía, se banaliza la cultura y el periodismo difunde antes que información chisme y escándalo. Uno de los factores de esta corriente es el bienestar y la libertad de costumbres que alcanza Occidente tras el duro período de posguerra, y el crecimiento de la industria de la diversión, tan necesaria para olvidar los estragos de esa etapa; otro factor es la democratización de la cultura que nace de una voluntad altruista pero que termina trivializando la vida cultural puesto que el objetivo es el de llegar al mayor número: cuestión de cantidad antes que de calidad.

Vargas Llosa se refiere a la literatura moderna: la light; la búsqueda de lecturas fáciles no ayuda  a la creación de obras que exijan esfuerzos intelectuales. Apunta cómo los modistos tienen hoy el protagonismo que tenían antes científicos y filósofos y cómo las estrellas de la televisión y los futbolistas tienen la influencia en los gustos y las costumbres que antes tenían los pensadores y teólogos. Los deportes se han alejado del cultivo del cuerpo y del espíritu y hoy. Advierte que paralelo al fenómeno de masificación el consumo, antes marginal y reducido, de estupefacientes, muchas veces propio de círculos bohemios y artistas, se ha extendido, y poco tiene que ver con la rebeldía contra las normas establecidas sino más bien responde a la búsqueda del placer a la par que de una escapatoria de preocupaciones y responsabilidades.

En cuanto a la religión en Occidente, ésta ha sido remplazada en apariencia por el laicismo porque las sectas y las prácticas alternativas de diversos cultos se desplazan a travez de todo el planeta está reemplazando a la iglesia. El ser humano no puede prescindir de la religión por la seguridad de trascendencia y el sosiego que ésta procura, con la ciencia, la filosofía, la literatura y las artes.
En la política, son más las personas ajenas a la política que llegan al poder gracias a su presencia mediática; han eclipsado el lugar que habían ocupado los «intelectuales»; y su intervención en la vida política de hoy no tiene repercusiones. Vargas Llosa considera la simpatía de las “antiguas” generaciones de intelectuales con regímenes totalitarios ha permitido este  cambio de roles.
En cuanto al sexo, la liberación de antiguos prejuicios y tabúes de carácter religioso ha propiciado la banalización del acto sexual, lo cual no ha podido acabar con los crímenes sexuales sino todo lo contrario. El acto sexual para el autor es una obra de arte, pero esta concepción cabe dentro de un contexto de refinada sensibilidad y no cabe en uno de sexo fácil, el cual impregna las generaciones actuales.

El periodismo en la civilización del espectáculo se revela la  búsqueda del entretenimiento informativo, de modo que la prensa que conquista grandes públicos no es la seria y de rigor, sino la que se ocupa del chisme, de la vida privada y de la catástrofe.

Vargas Llosa revisa los diferentes significados del término «cultura» en el pasado: a veces ligado a la religión; otras, a la filosofía o al derecho; otras, a la literatura y las artes; y posteriormente, a los descubrimientos científicos. A pesar de que el impulso no fuera idéntico, la cultura siempre había significado un conjunto de disciplinas basadas en ideales, valores y conocimientos. Hoy, sin embargo, la noción de cultura se ha extendido tanto que Vargas Llosa suelta la pregunta: ¿quién es culto donde todos creen serlo?

La educación está en una constante crisis, para Vargas Llosa la resignación de los profesores ante los cambios impuestos ha desprestigiado la Enseñanza. El prestigio de los maestros desaparece, al igual que las figuras políticas y culturales al ser confundidos como represores. Así, la escuela pública se ha empobrecido y ha puesto en manos de la enseñanza privada la formación de futuros líderes políticos y culturales.

Vargas Llosa también trata el tema del erotismo que, como las artes y la literatura, ha sido destruido por la civilización del espectáculo: el sexo ha sido rebajado «a lo puramente instintivo y natural», se ha acabado con la discreción y el pudor en un contraste con las culturas totalitarias como la islámica. Vargas Llosa define el erotismo como la desanimalización del amor físico pero recuerda también, que lo erótico desligado del resto de actividades y funciones de la vida del hombre, sucumbe en la monotonía y como se constata con Sade, acarrea furiosa violencia.
La cultura y la política, son inevitables y necesarias en una sociedad abierta, para una continua evaluación crítica del quehacer político. Vargas Llosa trae a colación la dictadura del general Manuel Apolinario en Perú. Se refiere a esta época para destacar cómo, establecido el Estado de derecho en 1956, surge un grupo heterogéneo y crítico de personas con ánimos de hacer política desde la oposición. Además, el avance tecnológico, en lugar de haber democratizado la información, ha contribuido en despojar de respetabilidad y seriedad el quehacer político. Vargas Llosa dice: «el periodismo escandaloso es un perverso hijastro de la cultura de la libertad»

La piratería de música, películas y libros en Perú no sólo goza de impunidad sino, en muchos casos, hasta de la protección de la policía... Nada más irónico: la piratería bajo la protección de «agentes de la ley»

El último apartado se refiere a la fuerza que ha cobrado el islam, y la Iglesia católica y a las distintas prácticas que han revelado casos de violación y pedofilia. El escándalo no ha mermado la influencia de la Iglesia católica como tampoco ha impedido a la protestante interferir en la enseñanza escolar estadounidense aboliendo en muchos Estados la teoría de Darwin sobre la evolución.
Excluyendo la pregunta de si Dios existe o no, Vargas Llosa se preocupa por la función de iglesias y religiones en la vida cultural. En el cristianismo, la Iglesia favoreció en el Renacimiento el desarrollo de las artes y las letras, pero fue también brutalmente represiva en el dominio de la investigación científica y para con los sospechosos de heterodoxia. 

Vargas Llosa promulga la necesaria preservación del secularismo como «requisito indispensable para la supervivencia y perfeccionamiento de la democracia» pero insiste además en la necesidad de la coexistencia de laicismo y la prosperidad de una vida espiritual para que una sociedad libre. No deja de mencionar la oposición que ha mantenido la Iglesia católica contra el capitalismo y señala cómo el mercado libre nos ha conducido a la degradación de la cultura, en la que artistas mediocres «pero vistosos y pirotécnicos diestros en la publicidad y la autopromoción [alcanzan] altísimas cotas de popularidad». Sin embargo, afirma que el fracaso y las crisis del sistema capitalista se deben también al desplome de la estructura de carácter ético y el soporte moral que encarna la vida religiosa, «la frivolidad desarma moralmente a una cultura descreída». Vargas Llosa se opone a la abolición de la enseñanza religiosa en los colegios pues esta es  patrimonio de la educación de nuevas generaciones y su exclusión llevaría a la frivolidad e ignorancia pero insiste en que debe tratarse de una enseñanza religiosa objetiva y responsable en la historia, la filosofía, el arte y la literatura.

Para finalizar el libro Vargas Llosa cita el discurso que pronuncia al ganar el Premio de la Paz de los Editores y Libreros en 1996 en el cual destaca tristemente, al igual que en este ensayo, como la cultura ha tomado mecanismo de empobrecimiento social y que la búsqueda de nuevos métodos de culturización solo la deterioran más en un mundo en que la profundización de cualquier temas es contraproducente para una vida cada vez más acelerada.

La industria de la comunicación


Al referirnos a la industria nos referimos al sistema en el que nos desarrollamos, así como existe al industria automovilística y dentro ella empresas que fabrican autos; o la industria de la belleza, en la que se desarrolla diversas empresas de belleza y vestir, por ejemplo.

Entonces, la INDUSTRIA de la comunicación tiene como (necesidad y) materia prima a la interacción de las personas entre estas y su sociedad (esferas socioculturales).

La industria de la comunicación permite la transferencia de conocimientos y el acceso a la información, a la cultura y el ocio. El mercado de la comunicación es uno de los sectores de mayor influencia en el escenario económico, político y social. Se divide en dos sectores de actividad; información y comunicación.

Por otro lado, el desarrollo del sector de comunicación ha sido diferente al sector de la información.  En palabras de Jovina Ang (2014), ex directora de comunicación y mercadotecnia de Microsoft; los expertos deberían sentarse en los consejos directivos de las empresas, ya que juegan un papel clave en esta adaptación y necesitan escuchar a sus clientes, empleados, suministradores y otros actores clave, así como ser veloces y ágiles para mantenerse competitivos y relevantes.


“Para los líderes de comunicación ganen un puesto en el consejo de dirección, debemos entender el NEGOCIO y demostrar que podemos AÑADIR valor desde la comunicación”.


El negocio generado por las empresas de comunicación trasciende no sólo por su dimensión económica, sino también por su contribución a la sociedad en el acceso a la información, a la divulgación del conocimiento, la visibilidad y, con ello, al desarrollo cultural de los pueblos.

... los medios de información tradicionales: prensa, radio y televisión, ante la necesidad de adaptarse a los cambios de hábitos de las audiencias y el desarrollo de las nuevas tecnologías, siguen adaptándose al cambio de época, de modo que estamos presenciando el nacimiento de nuevos modelos de negocios y de innovación.


Sectores en la industria de la comunicación

La industria de la comunicación está formada por el sector de los medios de comunicación social, la cultura y el ocio, así como por empresas u organizaciones que despliegan su actividad en el mundo dela comunicación, ofertando servicios en ese ámbito. Estas industrias generan su propio mercado y compiten entre si a través de una marketing digital y offline.

Los negocios de la comunicación, por su parte, que ofertan servicios de comunicación en sus diferentes tipologías: corporativa, institucional, publicitaria, comercial, digital, u otras, contribuyen a gestionar las comunicaciones aportando visibilidad y prestigio a los negocios y otras ventajas.

En la industria de la comunicación localizamos la actividad de empresas periodísticas y la de otros negocios de comunicación. En este sentido podemos confirmar la existencia de esos dos sectores: información y comunicación.

Sector de la información: aquí encajan las empresas informativas que tienen como objetivo “producir y distribuir mensajes periodísticos dirigidos a informar, crear opinión o entretener a un público heterogéneo”.

El termino INDUSTRIA empieza a tomar fuerza debido al gran flujo de información que manejamos. Y el control que requiere necesita sistematizar los distintos procesos, como una fábrica al momento de tratar con la materia prima.


Grupos multimedia más importantes del mundo

Jerry mander, presidente del International Forum on Globalization sostiene que son siete las familias más importantes que controlan los medios de comunicación en el mundo.

1. News corporación (Familia Murdoch, 39% de poder de voto)
2. AOL/Time Warner (CNN, Warner bros.)
3. Walt Disney
4. Sony Corporation
5. Bertelsmann (familia Mohn)
6. Viacom (conglomerado)
7. General Electric (NBC, Telemundo)

JDFR


BIBLIOGRAFÍA:



INDUSTRIA DE LA COMUNICACIÓN Y ECONOMÍA DIGITAL: GUÍA BÁSICA DEL DIRCOM

Lelia Zapata Palacios 2016



LA INDUSTRIA DE LAS LENGUAS (artÍculo)

EL PAÍS 24 de febrero de 1987



PERFILES PROFESIONALES Y ESPACIOS DE EMPLEO EN INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

Mª del Carmen Agustín Lacruz, Carmen Marta Lazo y Mª Isabel Ubieto Artur 2013